Una cita que ya forma parte de mi vida
Cada año espero con muchísima ilusión el evento Paseo con Sombrero, en San Sebastián, y este 2025 no ha sido la excepción. Poder ver a la ciudad volcada en un evento que une moda, tradición vasca, creatividad y comercio local es algo que me llena de orgullo, no solo como sombrerera, sino también como donostiarra.
El inicio: alegría desde primera hora
La jornada comenzó temprano con la diana de los Joaldunak, que pusieron a todos en pie con su energía. Desde allí nos reunimos en el Palacio Miramar, un escenario incomparable, donde cientos de personas con sombreros, tocados, boinas y pamelas llenábamos de color y estilo los jardines.
Paseando con sombrero por La Concha
Uno de los momentos más emocionantes fue el paseo por el Paseo de La Concha, acompañados de música en directo. Mirar a mi alrededor y ver a familias enteras, turistas, artistas y amigos disfrutando con un sombrero en la cabeza es algo que me emociona cada año. Como creadora, me encanta observar cómo cada persona hace suyo este accesorio: desde las txapelas más clásicas hasta tocados atrevidos y divertidos. Estoy convencida de que el Paseo con Sombrero seguirá creciendo en los próximos años.
Tradición y moda en el Paseo con Sombrero 2025
Este 2025, además, vivimos un momento único: el homenaje a Boinas Elósegui por sus 160 años de historia. La exposición de Txapelarte, con txapelas reinterpretadas por artistas, me hizo reflexionar sobre la fuerza cultural que tiene este símbolo en Euskadi y cómo conecta tradición con vanguardia.
El barrio de San Martín, epicentro de la fiesta
La calle Manterola se convirtió en un hervidero de alegría: entregas de premios, actuaciones musicales, degustaciones y un ambiente festivo que recordaba a una gran familia. Para mí, fue especialmente emotivo ver cómo mi propio barrio, San Martín, se llena de vida y se convierte en escaparate del comercio local.
Mi mirada como sombrerera
Como diseñadora, vivir el Paseo con Sombrero es inspirador. Ver a tantas personas disfrutando de un sombrero me recuerda por qué elegí este oficio: porque un complemento puede transformar la forma en la que nos sentimos y mostramos al mundo.
Lo que me llevo de esta edición
Me llevo las conversaciones con colegas, clientes y vecinos que compartieron su pasión por la moda y las sonrisas de quienes, quizás por primera vez, se atrevieron a ponerse un sombrero. Tengo la certeza de que este evento seguirá creciendo, llevando a Donostia a ser un referente cultural y creativo en el Paseo con Sombrero 2025.
